No hay cosa que más me guste que un buen libro una tarde de domingo, con un té calentito y viajar a otros lugares sin moverte del sofá.
Hoy me he puesto a pensar en el tiempo que hacía que no me compraba un libro y decidida, me he metido al Fnac en busca del próximo libro que podría leer o formar parte de la bonita estantería de mi salón, dónde se quedaría allí durante un par de meses hasta que pasase a ser el libro olvidado que un día compré.
Porque eso es exactamente lo que creo que sienten todos los libros que pasaron a ser de mi propiedad y que nunca leí.
¿Por qué comprar más libros si aún tengo muchos sin leer?
Después de darme cuenta que quizá mi librería era ya bastante extensa, que no tenía demasiado espacio para más libros y que había muchos que aún no había abierto. Decidí realizar una lista con ellos en una aplicación, para ver cuántos tenía y me quedaban sin leer.
Y ahí, justo en ese preciso instante, fue cuando me di cuenta que no necesitaría un libro más para el resto de mis días (claro que alguno más caerá)
Tengo 202 libros para ser exactos en el salón de los libros olvidados. Cantidad que tardaría como una gran parte de mi vida en leer, pero sin embargo ahí estaba yo pensando en comprarme otro libro.
Y entonces me di cuenta de que necesitaba exasperadamente introducir el minimalismo en mi vida.
En un post anterior os comento algunos de los objetivos que quiero conseguir para este mes y sobretodo llegar a hacerlo tangible.
Sé que se trata de un trabajo arduo que no puedo realizar de la noche a la mañana, pero que quiero comenzar a ver pequeños resultados.
Y para ello quiero meterme bien en materia, leyendo y viendo distintas cosas sobre el tema. Aquí algunos de los que he encontrado:
1. Minimalismo
2. Documental en Netflix
3. La vida minimal
4. Simplemente Minimalismo
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