He de deciros que las últimas semanas le he estado dando muchas vueltas al tema del blog, y sobre qué tendría que escribir. De si realmente tengo que hacerme “experta en un tema concreto”, si debería hacer post que posicionan o artículos sobre soluciones a problemas que al final es lo que le interesa a la gente.
Y seguramente esa sea la clave para triunfar y evolucionar dentro de este mundillo ilimitado de personas que escriben sobre cualquier tema que se te ocurra. Peeeeeeeeeeero…
Me he dado cuenta de que no quiero ser una más.
Soy un desastre, experta en nada, volátil como una veleta que no aguanta la rutina ni los convencionalismos, poco constante, y a veces muy perdida en el rumbo de esta vida.
Pero a su vez soñadora, con muchas ganas de cambiar aunque sea sólo un granito de este mundo, escribir con el corazón y con pasión.
Y he aceptado que ¡no pasa nada!
Si a nadie le interesa lo que estoy contando o no quieren seguir a una persona común como todos los mortales. Pero prefiero mostrarme con vosotros tal y como soy, qué hacer artículos robotizados que parece que los haya escrito un mono con sus dedillos.
Quiero transmitiros mi autenticidad y no un reflejo perfecto de algo inexistente. Por eso quizá haya veces que cuando escriba no sea todo happy flower de la vida, y quizá os enseñe mis próximas galletas y sean un churro patatero, porque señores, la repostería se me da fatal, pero lo sigo intentando.
Al final creo que os lo debo a vosotros y a mí misma, mostrarme cercana y transparente. Porque no sé si os pasa igual, pero yo estoy cansada de las vidas espejo en las redes sociales, que te evocan ideas super idílicas que seguramente después sean totalmente falsas.
Por todas estas cosas, hoy proclamo a los cuatro vientos, que ¡quiero dejar de ser amable y ser auténtica! Quiero dejar de hacer cosas porque tocan o por no quedar mal socialmente y comenzar a hacer lo que realmente me apetece. Y con ello, vienen los posts de verdad, con los que realmente soy yo.
Espero que nadie se sienta ofendido por mis palabras y, gracias a todos los que seguís ahí.
Nos vemos pronto.
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