Hola a tod@s!
Como algunos me comentasteis que os gustaría conocer mi proceso hacia el minimalismo, a partir de hoy empezaré una serie de capítulos a modo diario, para ir contándoos mi evolución.
Y hoy quería compartir con vosotros mi experiencia de esos primeros momentos en los que comencé a eliminar objetos de mi vida, y los beneficios que comencé a sentir.
Al principio se me hizo realmente complicado, porque he de decir que tenía (y sigo teniendo) tantas cosas que no sabía por dónde empezar. Solamente de pensar en todas las cosas que tenía que hacer, me agobiaba y me bloqueaba.
Miraba a cualquier parte de mi casa y siempre veía más objetos de los que necesitaba y que se dedicaban a acumular polvo.
Hasta que decidí comenzar con el reto 31 días, 456 objetos, que se trataba de quitar un objeto en el primer día, 2 objetos en el segundo y así sumando un objeto más cada día hasta llegar al día 31. Era como un juego en el que empezar quitando pequeñas cositas, pero que a la larga me harían sentir más liberada.
Y al final por motivos personales me tuve que quedar a mitad. Pero mientras lo hice me sentí realmente bien, era una sensación de liberación cada día que escogía un objeto que sabría que saldría de mi vida porque ya no tenía sentido, era una felicidad y como quitarme un peso de la mochila.
Por eso tengo claro, que pronto retomaré mis retos, para seguir vaciando más mi casa y mi vida, para lograr obtener el principio de vacío, y poder dejar hueco para las nuevas cosas que tengan que venir.
Quiero poner orden a mis espacios y creo que este podría ser un buen camino.
Gracias por compartir tu experiencia. Es un gran punto de partida.