Hoy os quiero hablar de algo que nos ha afectado a todos en mayor o menor medida en estos últimos meses.
La realidad ha quebrado todas nuestras expectativas y nos ha obligado a estar en un día de la marmota algo más largo de lo que a uno le gustaría.
En mi caso particular, este era el año donde por fin iba a poder empezar a buscar casa con mi pareja, que se habría sacado la oposición, era el año de hacer planes de cara al futuro, el año de dar un paso hacia delante e ir encaminando la vida…
Pero sin embargo el año de mis 30, el año de cambio de década ha sido el año de retrasar todavía más todos mis sueños. El año de la desmotivación total.
Porque no sé a vosotros, pero a mí me cuesta horrores avanzar cuando sé que mis objetivos están muy lejanos y la luz al final del túnel apenas se ve… Y aunque tenga que ser consciente y realista de que aún falta mucho para esas cosas, a su vez no quiero centrarme en tanta negatividad y hundirme como el Titanic.
4 cosas que hacer en un día malo
Por todo ello, hay que intentar centrarse en pequeñas cosas que nos devuelvan la motivación y el bienestar que uno necesita para pasar el día lo mejor posible.
Y por eso quiero compartir contigo algunos consejos que a mí me ayudan cuando tengo un día malo:
1.- Agradecer todos los días
Hay veces que entramos en un bucle de negatividad y no somos capaces de observar las cosas buenas que tenemos alrededor y en nuestro día a día. Por eso como ya comenté en algún post anterior, desde hace unas cuantas semanas estoy intentando dedicar algo de tiempo a pensar en 3 cosas que me hayan alegrado el día y por las cuales tenga que agradecer.
2.- Meditar
Cuando tengo un día malo, he descubierto que me viene muy bien ponerme una audioguía de meditación para parar todos aquellos pensamientos que no me hacen ningún bien. Además, el despeje mental a veces aflora las cosas importantes en las que debería enfocarme.
3.- Hacer algo que se asemeje a la “normalidad”
Desde salir a dar un paseo, quedar con los amigos a tomar algo en un bar o simplemente disfrutar de una peli con mi chico. Son cosas que por un gran tiempo no hemos podido hacer y todas ellas son el mejor remedio para lograr deshacer ese nudo que a veces se nos forma en el cuerpo por ver todos nuestros sueños truncados.
4.- Escribir
Esto es algo que seguramente debería hacer más a menudo de lo que lo suelo hacer, pero el volcar todos mis pensamientos en papel y plasmarlos en otra parte que no sea mi mente, me ayuda muchísimo a sentirme mejor. Como si me hubiese quitado un gran peso de encima. Porque es cierto que escribir puede llegar a ser terapéutico. 🙂
Y esos son mis trucos para intentar sobrellevar la situación lo mejor posible. Muchísimas gracias por leer hasta el final.
¿Me compartes los tuyos? Estaré encanta de probarlos y añadirlos a mi día a día.
Un abrazo enorme.
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